24 de abril de 2012

Julio (20 años)

La magia de un beso supera hasta al mejor polvo, la mejor mamada y la más increíble comida de coño.
A veces, sólo necesitamos que nos besen. Notar unos cálidos labios apretando los propios mientras te agarran con fuerza, sin importar quién lo haga.
Eso es un problema.

1 comentario: