13 de febrero de 2018

Intruso.

A veces, los pensamientos son como una semilla regada y enriquecida con nuestras inseguridades y nuestros miedos.
Crecen dentro de nosotros hasta que, un día cualquiera, brotan en forma de cardo.

Sólo lo entiende quien lo vive.

Escapa a nuestro control más inmediato, fluye silenciosamente a través de nuestro sistema circulatorio y germina en una hemorragia de estruendosos sinsentidos.

Y, después, cuando regresas al mundo y recuperas el prisma, sólo queda la vergüenza de haberte perdido en tu propia casa.

24 de enero de 2018

Estrellas insomnes.

Busco en el hueco frío de mi cama, ese que solías calentar tú. Aspiro tu olor y sonrío. Dejo llevar mi mente por cada recuerdo edulcorado que vivimos juntos.

Primer desvelo. No entiendo nada. ¿Dónde estás? Tanteo con los ojos cerrados y no encuentro tu sonrisa mirándome como últimamente. A lo bueno es muy fácil acostumbrarse.

Segundo desvelo. ¿Estás aquí? ¿Tienes suficiente manta? Tu hueco, que ahora intento calentar yo, me devuelve a cada momento de pura fantasía cogida de tu mano.

Cada corriente de aire me lleva a ti.
Solo con tus manos soy feliz.
Solo con tus besos lo tengo todo.

7 de enero de 2018

Atlas V

"Hay noches en las que me arrojaría al cielo", y noches en las que un universo infinito me coge de la mano y me lleva a bucear lejos del ruido y lejos de las farolas.

Descubro mil soles en los que calentar mi alma. Cuento cada hormiga que recorre mis mejillas y cada mariposa que se desliza por mi boca.

Mujer de corazón caliente, a pesar de los ocasos fríos. Congelados. Increíblemente gélidos. Bombeando magma del que arrasa, del que no puedes huir o esconderte.

Y aún tengo una mano libre para llevarte lejos. Para acariciar las cicatrices y las ruinas. Para liberar toda esa luz e impedir que se vuelva a esconder. Tengo una mano libre para reconducirte cuando no recuerdes hacia dónde ibas. Y, sobretodo, para sujetarme y sujetarte conmigo.

Cógela y despega los pies del suelo. No querrás volver a bajar.