15 de mayo de 2014

Punto de partida.

La gente abusa de grandes palabras.
Deshumanizan el mundo hasta que incluso los soñadores nos olvidamos de valorar la vida.

Cualquier cosa puede cambiarte.
La palabra adecuada de la sonrisa adecuada en el momento adecuado.

La salvación de nuestra alma depende del azar y de pocas cosas más.

Al volar, despegamos los pies de todo lo que conocemos, del lugar donde nos sentimos seguros. Y, al soltar el ancla, es cuando vemos la grandiosidad del mundo, sus rincones, sus posibilidades. Y nuestra mente empieza a soñar y a imaginar miles de nuevas huellas que nos lleven a un mundo mejor.
Sólo cuando nos sentimos tan ligeros somos capaces de caminar sobre esas huellas y transformar nuestras ideas en una realidad.
Siempre que demos pasos en una dirección estaremos más cerca del ideal. Nadie llegó a ninguna parte quedándose siempre en el mismo sitio.

Por eso son tan importantes las alas de las personas; porque sólo desplegándolas y siendo libres podremos alcanzar el hasta entonces imposible mundo de los sueños.