8 de agosto de 2021

Torbellino fortuito.

 En la penumbra y a solas me convierto en una espectadora del mundo, ajena al resto de vidas y absolutamente desconectada del cosmos. El aire se siente cargado, me cuesta hacer llegar un mínimo de oxígeno a mis pulmones y un pellizco en el lado izquierdo de mi pecho hace que cualquier lugar sea incómodo.

Abres todos los cajones, pero no encuentras. No entiendes, no procesas. Solo sientes, pero no es agradable. Pienso en volatilizarme en mil partículas lo más dispersas posible. Me voy lejos para que el humo no me alcance, pero da igual lo lejos que te vayas cuando el incendio es interno.

Cuando el caos invade, lo único que se puede hacer es cerrar los ojos y esperar que pase.

Y hoy es uno de esos días.