1 de octubre de 2021

Pétalos y plumas.

 A veces lo siento TODO.

Me quito la burbuja y, con nada más que mi propia piel como abrigo, me lanzo de cabeza al cielo y permito que el polvo cósmico entre de lleno en mis pulmones. Y entonces vuelvo a respirar...

Siento cómo se desenredan las lianas y regresa cada una al lugar al que pertenece, que nunca fue aquí. Noto la marca amoratada que han dejado en mis muñecas, en mi cuello y en mi tórax. Noto cómo el dolor va seguido de la liberación progresiva más razonable de la historia.

¿Para qué vinimos si no es para ser nosotros? Lo siento, es el único papel libre en la anti-obra, en la que la idea es salir del personaje y ser capaz de meterte en ti.

Si tú fueras tú, ¿qué sentirías?, ¿cómo actuarías?, ¿qué callarías? A veces, el silencio de una mueca esconde quilates de núcleo duro.

¿Qué cosas dirías si no tuvieras miedo de su miedo? ¿Qué liberarías de ti si todos sintiéramos con los poros, abiertos y en contacto, en lugar de sentir con un corazón aprisionado entre costillas, esternón y pulmones?

Si entendiéramos que somos irrompibles, que lo que se da nunca se pierde, no nos temblarían las manos al sentir el calor de las huellas dactilares de otro.

Sólo me interesa el ojo del huracán, el lugar con vértigo y vistas, el abrazo del sol, la fiereza del mar, la suavidad de la flor y cualquier cosa que me conecte con el motivo por el que sigo aquí.

Lo demás es ruido.

"El vértigo había desaparecido. Sentí una embriaguez especial, una sensación no malsana de poder y de dicha. Subía hasta alturas increíbles y luego me dejaba caer, planeando suavemente, con las alas extendidas y, aunque cerrara los ojos, no corría riesgo de estrellarme, y me dejaba guiar en mi vuelo por impulsos arbitrarios y extraños, y sentía que, de algún modo, estaba trazando en el cielo un dibujo coherente y estético." - Mario Levrero.

8 de agosto de 2021

Torbellino fortuito.

 En la penumbra y a solas me convierto en una espectadora del mundo, ajena al resto de vidas y absolutamente desconectada del cosmos. El aire se siente cargado, me cuesta hacer llegar un mínimo de oxígeno a mis pulmones y un pellizco en el lado izquierdo de mi pecho hace que cualquier lugar sea incómodo.

Abres todos los cajones, pero no encuentras. No entiendes, no procesas. Solo sientes, pero no es agradable. Pienso en volatilizarme en mil partículas lo más dispersas posible. Me voy lejos para que el humo no me alcance, pero da igual lo lejos que te vayas cuando el incendio es interno.

Cuando el caos invade, lo único que se puede hacer es cerrar los ojos y esperar que pase.

Y hoy es uno de esos días.

13 de julio de 2021

Aurora.

El aire a mi alrededor aún no se percibe nuevo. Sigue estando lleno de ácaros y polvo de los tomos que se han llevado de la mesilla y los que saqué de la estantería. Sin embargo, sí percibo el vértigo del primer día, que se afronta con ilusión y pánico a partes iguales, sin apenas saber qué sentir.

Es curioso el abismo que se genera con algo que era tan tuyo. Entras en otro plano astral, en una línea de tiempo paralela, te ves ajena a lo que estás viviendo y sólo en contadas ocasiones consigues conectar contigo o con alguien.

El dragón duerme en sus aposentos cansado de que nadie le preste atención. Espera la ocasión para desplegar las alas y encender las intensas llamas de su pecho. El día que suceda, la luz se apoderará de todo cuanto alcance. No hay duda. Sólo hay que despertar.

No conozco el camino, conozco mis pies endurecidos y agrietados. Conozco mi espalda fuerte y torcida cuando no encuentra una buena postura, mis brazos cálidos y firmes, mis piernas a veces cansadas, pero persistentes. El camino es únicamente un pie detrás del otro en cualquier dirección que me lleve a mí. Un misterio.

Llevo demasiado tiempo perdida.

El descanso será ser únicamente yo.

"Ni siquiera el mejor explorador del mundo hace viajes tan largos como aquel hombre que desciende a las profundidades de su corazón" - Julien Green.

"Aquel que mira hacia fuera, sueña; aquel que mira hacia dentro, despierta" - Carl Jung.

"El único viaje es el viaje interior" - Rainer Maria Rilke