Quien intenta deshacer las enredaderas de entre los surcos, acaba quedando atrapado y se ahoga en ellas.
"Batería baja", me indica la doble luz del faro.
Y ese olor…
Ese olor a nadie.
A nada.
No se puede morir dos veces.
Sigue latiendo. A pesar del óxido, sigue latiendo.
No hay nada más en la caja.
Llevo buscando demasiado tiempo.
Pero sigo buscando.
Tampoco hay mucho más que hacer aquí.