27 de mayo de 2013

Trozos rotos, cicatrices y estiércol.

Algún día me miraré en el espejo y no veré el reflejo podrido que ahora me mira, ni sentiré el peso de los lastres que me arrastran por el asfalto. Algún día me miraré y seré liviana como una pluma y suave como una caricia... Algún día el amor no vendrá acompañado ni de inercia, ni de comodidad, ni de costumbre. Algún día algún cuerdo se volverá loco hasta que su mundo se apague irreversiblemente.

-

Y, otra vez mi cuerpo pesa lo suficientemente poco como para dudar si aún estoy viva. Aunque duele, así que debo estarlo.

-

Y, en mi desnudez, pienso en ti. Y en mí. En la pasión. En cómo era arder en caricias y explotar en besos. Te acuerdas? Me enseñaste, pero te has olvidado. Y la alumna se volvió adicta a algo casi imposible de conseguir.

-

Tripas desgarradas flotando en una marmita llena de pus y de barro hediondo...
A la gente sólo le importa la gente. Tu dolor es como una mosca que estorba.
A tomar por culo el mundo...

-

Siento a mis fantasmas en sus viejas butacas y les ofrezco un cigarrillo mientras ellos, en el minibar, se sirven lo de siempre.

1 comentario:

  1. Vaya con que dolor pareces escribir... Sigues enamorada quiza de algun amor no muy lejano?

    ResponderEliminar