16 de octubre de 2012

Flotando hacia abajo y viceversa.

Soy la pluma y soy el trozo de mármol.
Soy la mirada felina que se ablanda cuando te tiene delante.
Soy mi ropa en el suelo y una sábana arrugada a nuestros pies.
Soy un volcán que parecía extinto, y no.
El primer destello de sol tras un largo invierno.
Te observo. Desde el torreón más alto, el medio derruido. Muchas guerras perdidas pero jamás cayó. Jamás caí.
En mi reino cabe más de uno.

A veces, me río sola. A pulmón. Como una niña, otra vez. Y achino los ojos sin que haya nadie para verlo. Y aspiro todo el aire que puedo de una sola vez como si fuera la última vez que fuera a hacerlo.

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