24 de junio de 2012

Justo ahí.

Donde el sol se ausenta, en la profundidad de una escupidera, en el humo de tu cigarro, en el retrete de una cárcel, en el hueco que deja la caries de tu muela, en la pelusa que sigue el devenir de tus pasos, en el vaso lleno de cal y restos de ayer, en un lavabo atascado, en la uña del pulgar de un porreta, en la fuerza del enclenque y la honestidad del mentiroso, en las manos de un pescadero, en los pliegues sudorosos de tu piel, en la resina de los marcos de tus ventanas, en el agua de alcantarilla, en el aliento del mendigo, en el centro de un gusano recién comido, en el líquido que cae de una bolsa de basura, en los lugares donde nadie mira, donde jamás sopla el viento, donde estás solo y triste, donde no hay piedras que tirar ni motivos para reir. Fin.

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